Y es que la historia de Ducati no inició en 2003 como muchos creerán, en la incursión de MotoGP. De hecho para conocer la historia de la marca iremos mucho más atrás, casi medio siglo. Concretamente a 1958.
Es precisamente en es año cuando Ducati debutó; en el Campeonato del Mundo de 125 cc, y del cual no estuvo tan lejos de ganar.
Esta es la historia de la revolucionaria Ducati 125 GP Desmo.
Fabio Taglioni, es el nombre de quien fuera el principal responsable. El primer gran genio de Ducati llegó a Borgo Panigale en 1954, y no tardó demasiado en darle un giro de 180º a la compañía con las Ducati Gran Sport Marianna. Pero esto sería tan solo era el principio, pues ya tenía un plan aún mayor que pintaba con aires mundialistas.
Taglioni estaba claramente decidido que el ganar carreras de motos, era la mejor forma de consolidar la reputación de la compañía. De esa manera y determinado comenzó a preparar una montura con la que Ducati pudiera empezar a competir en el mundial. En este caso, en el de 125 cc. Y aunque iniciaba en este mundo de la competición, tenía claro que el objetivo no solo era competir, sino ganar.
Partiendo de ello, tenía más que claro que debía ser algo único. Y eso tan único era la Ducati 125 GP Desmo.
A simple vista, tan solo era una monocilíndrica refrigerada por aire con mucha elegancia. Pero por dentro Ducati acababa de revolucionar la industria de las motos: Taglioni había apostado todo, por un sistema desmodrómico sin muelles para la distribución, que conseguía mucha mayor eficiencia a altas revoluciones.
En ese entonces la Ducati 125 GP Desmo pesaba alrededor de unos 90 kilos. Y entregaba una potencia de 16CV a las 11.500 rpm, alcanzando los 175 kilómetros por hora. Sin embargo Ducati no se lo tomó tan a prisa, pues quería asegurarse de que al momento de llegar al mundial, estaría en la disposición de ser el campeón.
Así que con toda humildad pulieron su moto, inclusive se sabe que en el camino, sacaron las míticas Trialbero inspiradas. Hasta que en 1958 estuvieron listos para competir.
La Ducati 125 GP Desmo pesaba 90 kilos, entregaba 16 CV a 11.500 rpm y alcanzaba los 175 km/h. Pero Ducati no se lo tomó con prisa. Querían asegurarse de que cuando llegasen al mundial estarían en disposición de ganar. Así que pulieron su moto, e incluso se sabe que en el camino fueron inspiradas las míticas Trialbero, y no fué hasta en 1958 que estuvieron listos para competir.
La marca apostó por una gran flota de pilotos para su desembarco en el mundial. Fue tal que hasta siete individuos distintos pilotaron la 125 GP Desmo. Pero la gran estrella era Alberto Gandossi.
El desafío estaba más que claro: derrotar a las todopoderosas MV Agusta, que según la historia estaban tiranizando todas las categorías del mundial.
Alberto Gandossi perdió las dos primeras carreras contra Carlo Ubbiali, el líder de MV Agusta. Pero todo cambió en la tercera cita del campeonato; en Spa-Francorchamps. Ducati entró y marcó la historia y Gandossi se convirtió en el primer piloto en ganar una carrera del mundial para Ducati. Semanas más tarde se repitió el triunfo pero esta vez en Suecia.
Aunque en la última carrera, en Monza, Ducati tenía las esperanzas de arrebatarle el título a MV Agusta, pero no fue posible. Gandossi tan solo acabó segundo, por detrás de su compañero Bruno Spaggiari, y Ubbiali se proclamó de nuevo campeón, por cuarta vez en 125 cc. Sin embargo Ducati acabó en su primer año dentro del mundial con tres victorias, doce podios y un subcampeonato.
Pese a todo, este proyecto no tuvo continuidad, retirándose a finales de la temporada en 1959. Dejando una pregunta trivial de respuesta casi imposible. ¿Con qué marca ganó el mítico Mike Hailwood su primera carrera en el mundial? Adivina qué… fue con Ducati.
El mítico ‘The Bike’ vistió el rojo de Borgo Panigale en aquel 1959 y en el Ulster GP consiguió la última victoria de Ducati. Hailwood solo fue tercero en el mundial, Ducati se fue y las Ducati 125 GP Desmo, vagaron por equipos privados con malos resultados hasta desaparecer de la escena.