UN FINAL MAGNÍFICO PARA UNA ERA TRANSFORMADORA
Rolls-Royce Motor Cars presenta hoy Black Badge Wraith Black Arrow para marcar el final de la producción de uno de los automóviles más transformadores en la historia de la marca. Esta obra maestra Bespoke, limitada a sólo 12 ejemplares en todo el mundo, es también el último cupé V12 que fabricará Rolls-Royce, ya que se embarca en su nueva y audaz era eléctrica.
Un icono cultural
Lanzado en 2013 es uno de los modelos más icónicos. Centrado en el rendimiento, modificó las percepciones de Rolls-Royce y atrajo a nuevos grupos de clientes. Su significado cultural más amplio está subrayado por innumerables referencias a los Espectros en la música, el cine, el arte y la moda.
Solo 12 unidades de este Rolls-Royce Black Badge Wraith Black Arrow verán la luz, una por cada cilindro de su motor.
El Rolls-Royce Wraith Black Arrow se distingue por una estética única y diferencial, pero mantiene su mecánica. Así que en el menú está el poderoso V12 biturbo de 6.6 litros que firma los 630 CV de potencia.
Viste su carrocería en gris Celebration Silver que se difumina en la zona trasera pasando a negro Black Diamond. Sobre esta última se ha aplicado una capa ‘Crystal’, que se pule durante más de 12 horas, para mejorar la transición entre ambas tonalidades. Y el resultado es una espectacular pintura bitono que han tardado en desarrollar nada menos que 18 meses.
Y culminando con broche de oro encontramos los detalles en amarillo brillante Bright Yellow, presentes en las salidas de aire del frontal o las llantas, pero también en los puntales en forma de V del que se avistan tras la parrilla.
El Rolls-Royce Wraith Black Arrow goza de elementos aún más espectaculares en su interior. Si bien la mirada se va irremediablemente a los llamativos asientos de cuero. También en Bright Yellow, el techo imita el mismo firmamento a base de 2.117 «estrellas» de fibra óptica.
Si quieres uno, llegas tarde: todas ya tienen dueño, según confirma la marca. Su precio no ha sido revelado, pero se entiende superará con creces los más de 300.000 euros en los que parte esta lujosa berlina coupé británica.
